Venías,
Venías… venías enterrando pañuelos,
cerrando las llagas,
llenando los espejos de la noche de rocío de aurora.
Llegaste benévola,
pura, triunfal, derrotando a los agresores,
tú, ocaso de cadenas,
vencedora de la muerte,
infinita mirada de indeleble amanecer,
hija del palomar de leones,
amparo de epopeyas,
jubiloso grito de bandera de ecos encallecidos
nunca mudos.
Mohamed Ali Alisalem
N. de R.: Agradecimiento a Poemario por un Sahara Libre.