Crónicas de Saharauis en La Habana: impresiones, desde el sur del sur (Parte I)

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Fuente: Voz del Sahara Occidental en Argentina (VSOA) / Por Luz Marina Mateo*.

 

Era la primera vez que pisaba la capital cubana desde mi Argentina natal. Lo hice a comienzos de mayo, siendo secretaria de la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sahara Occidental -única en el mundo- de la Universidad Nacional de La Plata. Todo lo que me había imaginado fue poco (o demasiado distinto), respecto de la realidad que estaba viviendo. En el aeropuerto José Martí nos recibió un temporal pero la lluvia duró solamente diez minutos. Después, un sol radiante en el centro de la ciudad.

1.- Ayudame a mirar…

Por la Avenida 23, me sorprendió una enorme fila de gente, que superaba largamente los doscientos metros… estaban esperando su turno para tomar un helado en la célebre heladería «Coppelia»: un paseo clásico para los cubanos; un sitio que la propia Celia Sánchez Manduley abrió al pueblo para que «todos tengan derecho a tomar un helado», una vez en marcha la Revolución, según me cuenta mi amigo cubano Ricardo.

Después vino lo que todos y todas podemos conocer o imaginar: La Habana vieja con su Bodeguita del Medio y su Callejón de Hamel, los «cocotaxis», el malecón con ese Caribe que humedece los pies de las estatuas (dijo Benedetti) y… sí… las mulatas y mulatos en todos los puntos cardinales. El regateo en las tiendas de artesanías o libros… lo clásico.

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el callejón de hamel, centro de la cultura afrocubana, en la habana vieja

 

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los «cocotaxis», transporte público para dos pasajeros

 

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el faro de la habana, en el malecón

 

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monumento en el malecón en honor a Francisco miranda, prócer venezolano considerado el precursor de la emancipación americana

 

Un dato importante: la seguridad es total. Cualquiera puede caminar a cualquier hora, sea hombre o mujer, vestido como quiera y con los objetos de valor que quiera, que nadie le va a tocar un cabello.

Como buena periodista que soy desde hace 25 años, les aclaro que esto no es una crónica formal sino una suerte de bitácora. Y por eso me permito hablar en primera persona. Ya tendremos tiempo de retomar el formato periodístico y también el académico.

Pero volvamos a lo que necesito contarles, aspirando a vuestra paciencia de queridos lectores y lectoras. Como afroargentina (nieta de caboverdianos), el arroz con frijoles y el pescado fueron una fiesta… En general, Cuba me hizo acordar mucho a Cabo Verde en varios aspectos: la comida, la bebida (destilación de la caña de azúcar), la enorme vida cultural. Música, música… hasta los monumentos y las paredes tienen música. Es un sitio de ritmos refinados, donde cualquier afrodescendiente se siente como en su casa porque todo se le parece: desde el cabello hasta la cosmovisión.

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santiago feliú en pleno recital en la casa de cultura de línea e/ d y e, la habana

 

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grupo de música en el hotel vedado (por donde pasaron, entre muchos otros, salvador allende, camilo cienfuegos y nicolás guillén)

 

La Habana es historia: en casi todas las calles hay placas recordando tal o cual hecho relacionado con los héroes y con la Revolución. La Plaza Antiimperialista es presente y pasado, evocando a cubanos y extranjeros que dieron y dan su vida por un mundo más justo.

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placa en la Universidad de La Habana

 

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placa en el teatro nacional karl marx (el más importante de Cuba)

 

El museo de la Crisis de los Misiles (Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO) en el Hotel Nacional y lo magnífico de adentrarse en sus trincheras…

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vista de un cartel del recorrido dentro del museo

 

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ya dentro de las trincheras desde donde se combatió al imperialismo

 

La Avenida de los Presidentes nos recuerda a los próceres libertarios de nuestra América Latina.

Cada paso te invita a la discusión y al razonamiento profundo sobre el imperio y el bloqueo, con sus efectos devastadores. Y, junto a ello, los siempre presentes carteles del Martí, el Che, Fidel, Raúl y los cinco héroes encarcelados por la injusticia imperial.

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Allí tuve la alegría de saber que René (uno de los cinco), acababa de quedar en libertad…

Hasta aquí algunas postales que vienen a mi memoria como un manantial y a las cuales dejo fluir ante ustedes sin ninguna inhibición.

2.- Llegando a la Embajada de la RASD en La Habana

Uno de los objetivos era encontrarnos con la comunidad saharaui en Cuba. Días antes, habíamos hecho contacto con el embajador allí, Mailanin Etkana. Esto lo logramos a través de Salem Bachir, el representante de la RASD en Buenos Aires (a ver si de una vez por todas el gobierno argentino reconoce a la RASD y puede tener aquí una Embajada… perdón por la digresión).

El Sr. Osiel -trabajador de la representación saharaui en la isla, que nos trató como si nos conociera de toda la vida- nos llevó hasta la Embajada, una casa modesta con una calidez altamente perceptible aun antes de atravesar el umbral. Cuando llegamos, no les puedo explicar cabalmente lo que fue: por primera vez en mi vida pisé territorio saharaui -aunque más no sea en términos diplomáticos- y vi en un mástil flamear la bandera de la RASD delante de una placa que dice «Embajada de la República Árabe Saharaui Democrática».

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Al entrar a la casa, saluda un enorme busto de El Uali (primer presidente de la RASD y uno de los héroes fundadores del Frente Polisario). Fotos, fotos, fotos… alguna lágrima, sabiendo que era la primera vez que entraba al Sahara, aunque fuese por un lugar distinto al que entra la mayoría de la gente.

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busto de El Uali Mustafá Sayed en la Embajada de la rasd en cuba

 

La primera reunión fue con el embajador Mailanin Etkana y con el agregado cultural Abdelmayid Ahamed (más conocido como «Berrura»). Allí, entre té y opiniones sobre temas de actualidad, les explicamos nuestra tarea en la Argentina y cómo funciona la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sahara Occidental -única en el mundo- de nuestra querida Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Esto, mientras me resultaba difícil quitar la mirada de un tapiz hermosísimo que hay en una pared y que dice «made in RASD».

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En ese momento, Mailanin obsequió a mí y a mi compañero, dos camisetas con la bandera de la RASD y dos pin para la ropa (los argentinos le decimos «prendedor»). Este detalle, abriría un nuevo capítulo que compartiremos más adelante.

Después, hubo dos encuentros más con el embajador y su familia. Su hermosa esposa hizo cenas deliciosas (además de regalarme una melhfa bellísima, que me autorizó a que vista cuando realicemos actividades en la Argentina) y sus hijas e hijos nos colmaron de atenciones y sonrisas.

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Pero bueno, después retomo la bitácora. Ahora vuelvo a la vena periodística para compartir con ustedes la entrevista con el embajador.

3.- Entrevista con el embajador de la RASD en Cuba, Mailanin Etkana

La particularidad de esta entrevista, es que el embajador nos la dio en medio de un estado gripal impresionante. Le costaba mucho respirar. Sin embargo, hizo el esfuerzo militante de responder a nuestras preguntas, lo cual agradecemos enormemente:

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¿Cómo caracteriza hoy Ud. la lucha del pueblo saharaui?

Es una causa justa. Por estos días se está conmemorando el 40º aniversario del Frente Polisario y del desencadenamiento de la lucha armada contra el colonialismo español y contra la invasión marroquí. Estamos en una etapa muy avanzada de nuestra lucha ya que el pueblo saharaui tiene mucha fe en el futuro y, en estos cuarenta años, hemos tenido muchos logros en todos los niveles. La República Árabe Saharaui Democrática es reconocida por más de 84 países en todos los continentes y es miembro fundador de la Unión Africana. Lo bueno que nos dejó España, sobre todo, es el idioma, ya que nosotros somos el único país árabe que habla español y eso para nosotros es un privilegio.

¿Qué esperan del trabajo de los prosaharauis en el mundo?

Esperamos y hacemos un llamamiento a todos los amigos en todo el mundo para que apoyen nuestra justa causa y nuestra lucha, para obtener nuestra libertad y nuestra independencia, que será lograda por nuestro pueblo en un futuro muy próximo, porque estamos luchando en contra del colonialismo, de la opresión feroz que están llevando a cabo los marroquíes con su colonialismo, que ya está condenado por todo el mundo.

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¿Qué espera la RASD de América Latina y de la República Argentina?

Esperamos mucho. Esperamos el reconocimiento y el apoyo, ya que compartimos muchos lazos culturales e históricos, somos amantes de la libertad. Queremos que reconozcan nuestros derechos de vivir como país independiente y libre. Tenemos esperanzas en el continente latino y, sobre todo, en la República Argentina: esperamos su reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática lo antes posible.

4.- Causas y azares: encuentro con un estudiante saharaui el 1º de mayo, en la Plaza de la Revolución

Si el primer día en la Embajada de la RASD en Cuba había sido muy fuerte, la vida nos seguiría dando sorpresas (dijo Rubén Blades). La Plaza de la Revolución desbordaba de gente, bajo la atenta mirada de Martí, el Che, Camilo, Fidel, Lázaro Peña y Hugo Chávez.

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memorial de josé martí (su mirador, en el extremo de la construcción, es el punto más alto de la ciudad)

 

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Delegaciones de decenas de países. Cientos de miles de personas. Ni un empujón, ni un pisotón… nadie te iba a tocar nada. Es más: en el resto del mundo, cualquier manifestante consciente va preparado para la represión; sabe que tiene que llevar una botella de agua y un pañuelo para taparse nariz y boca, en el caso de que haya gases lacrimógenos.

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Pues bien: esta periodista estuvo marchando al lado de las Fuerzas Armadas y de Seguridad… porque no estaban para reprimir… porque eran compañeros. Jamás pensé que a lo largo de mi existencia iba a vivir un momento así, donde las «fuerzas del orden» no te quieren «dispersar» (en el mejor de los casos, claro).

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Vino la desconcentración de la marcha. Yo llevaba en mi pecho el «pin» (o prendedor) que el embajador saharaui me había regalado. En un momento, veo a un joven con una bandera saharaui, en el medio de la plaza, frente al Memorial de José Martí. Le digo a mi compañero: «¡Es una bandera saharaui!»… me acerco al joven y le muestro el prendedor. No me dio tiempo a cruzar palabra. Me estampó un abrazo de esos que se te imprimen de forma indeleble en la sangre, en los huesos… y me dijo: ¡HERMANA!… Recién después se enteró de quién era yo, de dónde venía y qué le quería preguntar.

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Se llama Lueli Fadeli, tiene 22 años, nacido en los campamentos de refugiados, en la Wilaya de Smara, en territorio argelino. Esta es la breve entrevista:

 ¿Por qué estás en Cuba?

Llevo aquí, en Cuba, más de 3 años. Como ya saben ustedes, Cuba participa mucho en la formación de los estudiantes saharauis y está en marcha el proyecto de traer aquí a Cuba desde muy pequeños estudiantes saharauis para que se formen, se eduquen. Y yo soy un ejemplo de eso. Estoy estudiando Medicina. Cada día me han estado enseñando el derecho legítimo que tenemos de ser independientes. Ningún otro país nos enseña directamente eso, sino que nos enseñan a que sigamos reprimidos o nos enseñan cosas en otros aspectos…

 ¿Qué significa para vos el 1º de mayo?

Hoy nos encontramos en esta Plaza de la Revolución un 1º de mayo, donde aprendemos fácilmente que es importante la clase obrera en la búsqueda de la independencia, el trabajo comunitario, la unión de todos para conseguir los objetivos. Como nosotros, que estamos aquí porque el deber nuestro por sobre todos es ser independientes.

Nosotros hemos sufrido y seguimos sufriendo algo que históricamente es una vergüenza: en nombre del gobierno español, de Europa, de Estados Unidos, de Israel, que apoyan una monarquía que cada día secuestra y maltrata a una mitad del pueblo saharaui en los territorios ocupados. Y, en la otra mitad, estamos en los campamentos de refugiados apoyados por el pueblo argelino y en territorio argelino, sobreviviendo simplemente por la ayuda humanitaria… Son ya 37 años… Ya basta, ¿no? Ya basta. Necesitamos la independencia, que consideramos que es un derecho, una verdad legítima que implica que seamos independientes y estemos en paz en nuestro país. Aquí, en Cuba, es donde nos enseñan eso.

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¿Cuál es el rol del imperialismo para los saharauis?

Desde que vino el imperialismo, su estrategia -junto a la del monarca marroquí- es desequilibrar a la sociedad saharaui, para que las nuevas generaciones no tengamos la noción de independencia y de lucha. Y eso es lo que nos inculcan aquí en Cuba. Porque el pueblo cubano y el gobierno cubano nos enseñan a que sigamos luchando hasta nuestra independencia.

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ESTA ES LA PRIMERA ENTREGA DEL DIARIO DE VIAJE.  EN LA SEGUNDA, LES CONTARÉ SOBRE LA COOPERACIÓN CUBANA CON LA RASD EN MATERIA DE EDUCACIÓN. SOBRE EL TEMA, HABLAMOS CON EL AGREGADO CULTURAL DE LA EMBAJADA DE LA RASD EN CUBA Y CON SEIS ESTUDIANTES SAHARAUIS. ESA ENTREVISTA DURÓ DOS HORAS Y MEDIA… NOS LLEVARÁ UN PAR DE DÍAS PROCESARLA. AGRADECEMOS QUE NOS ESPEREN…

*Mag. (c) en Relaciones Internacionales (IRI-UNLP),  Lic. en Comunicación Social (UNLP), Periodista (UNLP) y Locutora Nacional (matrícula Nº 8.934). Secretaria de la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sahara Occidental de la UNLP y secretaria del Departamento África del IRI-UNLP.

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