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Fuente: PUSL
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Sidi Abdallahi Abbahah, Abdallahi Lakfawni, El Bachir Boutanguiza y Mohamed Bourial, presos políticos saharauis del Grupo de Gdeim Izik, encarcelados en la prision de Kenitra, en huelga de hambre y en aislamiento desde le 9 de marzo, continuan con sus protestas a pesar de toda la presión
Después de varias quejas enviadas por su abogada francesa, Olfa Ouled, a las autoridades judiciales marroquíes, pidiendo una investigación del trato inhumano a la que se someten los prisioneros debido al aislamiento, el estado de salud de los detenidos sigue siendo preocupante.
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El 21 de marzo dos abogados del equipo de defensa visitaron a los prisioneros que estaban muy debilitados.
Debe subrayarse que la ley marroquí sólo autoriza el aislamiento por motivos de seguridad o de precaución, lo que no se aplica a los prisioneros de Gdeim Izik.
Los prisioneros políticos están en huelga de hambre desde el 9 de marzo exigiendo que las autoridades marroquíes mejoren sus condiciones de detención, trasladándolos más cerca de sus familias.
La única respuesta de las autoridades marroquíes a estas exigencias hasta ahora es el confinamiento indeterminado de los prisioneros, que está prohibido por las Reglas de Mandela. Estas normas estándar de la ONU prohíben el confinamiento solitario prolongado que se considera tortura u otro trato cruel, inhumano o degradante.
Hasta ahora, las autoridades marroquíes no respondieron a la última solicitud enviada por la abogada Ouled la semana pasada para abrir una investigación urgente del trato inhumano a que son sometidos estos prisioneros.
Esta situación demuestra además que la tortura de los prisioneros políticos todavía está en curso y que ni las propias autoridades ni los mecanismos para impedir la tortura son eficaces cuando se trata de prisioneros saharauis.
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