Argentina. Mohamed Alí Alí Salem: «El pueblo saharaui tiene derecho a la autodeterminación»

Mohamed Alí Alí Salem, representante del Frente Polisario en Argentina // Diego Martinez @ildieco_diegomartinezph

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Fuente y foto: Tiempo Argentino / Por Patricia Porta

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Cuando el Frente Polisario nació de los restos del Movimiento Nacional de Liberación Saharaui, en mayo de 1973, España estaba por perder una de sus últimas colonias. Y el Polisario apostaba por la lucha armada para echar a los españoles del Sahara Occidental y conseguir la independencia, pero el régimen franquista en retirada firmó los Acuerdos Tripartitos de Madrid y dejó ese territorio en manos de Marruecos y Mauritania. El último pactó la paz con el FP pero el primero reclama la soberanía sobre el Sahara.

La monarquía de Rabat y el Polisario entraron en guerra en 1975 y la terminaron en 1991 con la promesa de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui que nunca llegó. Marruecos levantó un muro que divide la zona del Sahara bajo ocupación de aquella que controla el FP, único representante de los saharauis reconocido internacionalmente y creador de la República Árabe Saharaui Democrática.

El Frente denuncia el colonialismo marroquí y acusa a la monarquía de secuestrar los recursos del Sahara como el fosfato, hierro, oro y otros minerales preciosos, petróleo gas, y pesca. Parte de los saharauis viven en campos de refugiados en Argelia. En cambio, Rabat consolida la ocupación y presenta ante el mundo al Sahara como una región más del reino. «Marruecos es el gendarme de Occidente», dice el poeta Mohamed Alí Alí Salem, representante del Frente Polisario en Argentina.

–¿Por qué la República Saharaui todavía no logró su independencia?

–Antes de la infame Conferencia de Berlín de 1884, los saharauis vivían libremente en su tierra, se autogobernaban, nunca había habido presencia de Marruecos en la zona. Ya en 1767 la dinastía alauí de Marruecos había firmado un tratado de amistad con Carlos III de España en el que dejaba escrito que no podría defender a los españoles que pescaban sobre las costas saharauis porque sus dominios llegaban hasta el río Nun, la frontera natural e histórica entre el Sahara y Marruecos. Esto da a entender que el Sahara nunca ha sido marroquí.

–España entregó su antigua colonia pese a seguir siendo la potencia administradora hasta hoy. ¿Qué la llevó a ignorar a los saharauis? 

–En el momento en que Marruecos invadió el Sahara, esperábamos de España la celebración de un referéndum para la independencia. La ONU insta a España a celebrar un referéndum porque el pueblo saharaui tiene derecho a la libre autodeterminación. Marruecos tiene una ambición expansionista y hay corrientes que dicen que empieza en el Tánger y termina en el río Senegal, es decir, ocupa parte de Argelia, el Sahara Occidental, Mauritania y una parte de Malí. Marruecos quiere quedarse con el Sahara porque es un país rico. Pero 84 países reconocen a la República Saharaui y 29 de estos son latinoamericanos.

–¿Por qué Argentina no está entre esos países?

–Oficialmente dice que apoya las resoluciones de la ONU y a los buenos oficios del enviado especial del secretario general en el tema del Sahara. Prueba de que los saharauis no son marroquíes es que ha habido 17 años de guerra contra Marruecos, la ONU intervino en los ’90, envió cascos azules e intentó organizar el referéndum. El Sahara Occidental es uno de los 17 territorios no autónomos pendientes de descolonización. El tema Sahara y el tema Malvinas no son antagónicos. Malvinas tiene derecho a la descolonización, lo que pasa es que no es mediante un referéndum, porque es una población implantada.

–En 2007 Marruecos presentó ante la ONU un plan de autonomía para el Sahara y desde entonces intenta venderlo a sus aliados. ¿Cuál es la posición del Polisario frente a la estrategia marroquí?

–El Sahara no es marroquí. En la misma Constitución marroquí no hay ninguna autonomía para ninguna región marroquí. ¿Cómo puede dar al Sahara, que nunca ha sido marroquí, algo que no está en su Constitución? La ONU ha llamado a un referéndum en 79 resoluciones. No existe ninguna otra opción. El plan firmado en 1990 contempla el retorno de los refugiados, una campaña de 15 días y un referéndum. Eso no se cumplió. Hoy el plan de paz está roto.

El viernes 13 de noviembre de 2020 el Ejército marroquí reprimió la protesta de unos 50 saharauis que bloqueaban el paso de Guerguerat, el puesto fronterizo que conecta el Sahara con Mauritania y donde Mohamed VI mandó a construir una ruta. Al mes siguiente el entonces presidente Donald Trump reconoció la ocupación del Sahara. La ONU respondió estrenando un nuevo enviado especial a la zona, Staffan de Mistura, un diplomático italiano y mediador experimentado, que hasta ahora no ha logrado destrabar el conflicto.

Mientras las partes estaban técnicamente en guerra otra vez, Israel reconocía la soberanía marroquí sobre el Sahara y Alemania, Francia y España veían bien el plan de Rabat para quedarse con la que fuera una colonia europea hasta la muerte del dictador Francisco Franco. Al presidente español le costó explicar por qué respaldaba al país ocupante y se puso en contra a sus socios de Unidas Podemos, a los conservadores del Partido Popular y buena parte de su propia fuerza, el PSOE.

–¿Cómo explica este giro de España con Sánchez en el gobierno? 

–Sánchez tomó una postura unilateral y privada. De la noche a la mañana ha cambiado una política de 46 años de todos los gobiernos españoles. España no puede apoyar eso porque para la ONU es la potencia administradora de iure del Sahara Occidental hasta que se celebre el referéndum. Ha tomado una medida contraria al derecho internacional y en contra de las aspiraciones de los pueblos de España. Ha traicionado a los saharauis y a su propio partido. Y además le ha acarreado problemas con Argelia, un aliado económico de España.

–Hay saharauis viviendo en la República Saharaui y en los campos en Argelia. ¿Qué diferencia hay entre aquellos que están bajo el asedio marroquí?

–Los saharauis que viven en la parte ocupada viven en una cárcel a cielo abierto. No hay ningún tipo de libertad. Hablar el dialecto de los saharauis o usar ropa saharaui es sospechoso. Las cárceles marroquíes están llenas de presos saharauis. Es un atropello diario y permanente a los Derechos Humanos. Hay más colonos marroquíes que saharauis originarios. En los campamentos de refugiados viven 200 mil saharauis que han edificado su propio Estado mientras esperan que se acabe la guerra o que se celebre el referéndum. Viven libremente, pueden criticar al presidente, nadie teme que la policía venga a secuestrarle, como sucede en Marruecos. En los campamentos de refugiados se vive en espera. 

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40 años de relaciones diplomáticas entre la República Árabe Saharaui Democrática y Bolivia

Un océano separa los territorios saharauis del continente latinoamericano. Sin embargo, sus olas abrazan las dos costas, sellando geográficamente lazos políticos de fechas antiguas. Es el caso de sus relaciones con el gobierno boliviano: justo en estas fechas se celebran los 40 años de relaciones diplomáticas entre ellos. Mohamed Zrug, Enviado Especial del Presidente de la República Árabe de Saharaui Democrática, se encuentra en La Paz expresamente por eso. El Clarín de Chile logra entrevistarse con él.

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Brahim Ghali: «La ONU nos trata en igualdad a agredido y agresor, pero no la hay»


Fuente: El País

El líder del Frente Polisario, Brahim Gali, concede por primera vez una entrevista a un periódico español tras su ingreso médico en La Rioja, que ha acabado con la imputación de la exministra de Asuntos Exteriores por permitir su entrada en España. Gali se ha mostrado muy agradecido, tanto a las autoridades españolas, «que fueron valientes», como a los servicios médicos que le atendieron cuando su vida corría peligro.

Ya muy recuperado, el líder del Frente Polisario ha abordado distintos asuntos con El País, como la posibilidad de un alto el fuego previo a las negociaciones. «Ya lo hemos experimentado. No es condición previa, sino el resultado después de negociaciones serias, creíbles y con presencia de Naciones Unidas, para determinar la conducta de uno y otro, quién coopera y quién obstruye. Los informes anuales del secretario general [de la ONU] nos tratan en pie de igualdad, agredido y agresor, pero no hay igualdad en otros aspectos. Habrá desafíos también, habrá victorias y Marruecos no está en sus mejores momentos.»

Durante 44 días, entre el 18 de abril y el 1 de junio del año pasado, Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un Estado al que reconocen medio centenar de países (entre los que no figura España), estuvo ingresado en el hospital San Pedro de Logroño aquejado de una grave afección de la covid-19. Gali recibió este miércoles a EL PAÍS en Bruselas, donde asiste a la cumbre Unión Europea-Unión Africana. Visiblemente recuperado, da muestras a sus 72 años de una pasión que se enciende cuando habla de la situación del pueblo saharaui, olvidado a su juicio por la comunidad internacional.

“Ante todo, quiero agradecer el gesto humanitario”, afirma Gali en su primera entrevista con un periódico español tras su hospitalización en La Rioja. “Reconozco que fue un gesto valiente y tiene mucho significado para nosotros. Aprovecho para hacer llegar a los médicos y al resto del personal mi agradecimiento profundo. Fueron momentos difíciles. Todo el mundo estaba tenso y es lógico. Pero el trato fue muy correcto y llegué a sentirme en familia. Sensibilidad, comprensión, disponibilidad. Se preocuparon por mi vida, por sacarme de esa situación. Y lo han logrado. Gracias a Dios y a ellos, ahora estoy aquí, respondiendo a sus preguntas”, enfatiza en español.

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Mohamed Alí Alí Salem dejará su poesía en Carlos Paz

Mohamed Alí Alí Salem dejará su poesía en las sierras
El poeta del desierto

Fuente y foto: El Diario de Carlos Paz / Por Mariano Saravia

El poeta saharaui, del Frente Polisario en Argentina, estará este sábado 5 a las 20, plantando un árbol autóctono en el Bosque de la Poesía del Parque Estancia La Quinta.

Sahara quiere decir desierto en árabe, por lo que literalmente sería “el desierto Desierto”. Pero contrariamente a la imagen que tenemos, es un lugar de vida, una ruta ancestral de los pueblos nómades del norte de África, un mar de arenas surcado por caravanas desde siempre, centro no sólo de comercio sino también de saberes, de ciencia y de culturas. Y el pueblo saharaui ha hecho de ese desierto su patria: El Sahara Occidental. Sin embargo, ese pueblo sigue luchando contra la ocupación colonialista marroquí, como antes lo hizo contra la española y antes todavía contra la francesa. Actualmente se ha reanudado la guerra entre el Frente Polisario, legítimo representante de la República Árabe Saharaui Democrática y el Reino de Marruecos. Pero la lucha también es con las ideas y con las palabras… hasta con la belleza profunda de la poesía.

El poeta con Adolfo Pérez Esquivel

Uno de los mayores poetas saharauis es Mohamed Alí Alí Salem, también representante del Frente Polisario en Argentina, quien este sábado 5 a las 20 estará plantando un árbol autóctono en el Bosque de la Poesía del Parque Estancia La Quinta, y traerá por primera vez a estas tierras esos versos impregnados de los vientos del desierto, esos que nos harán viajar en camello por las rutas enigmáticas de un pueblo ancestral. Consultado sobre cómo se define, Salem dice: “Soy un hijo de un pueblo que vivió entre el desierto y al mar. Este dato está muy bien reflejado en mi poesía. Es difícil hallar un poema mío sin que esté el mar, la mar… Un pueblo que sufrió en sus propias carnes el colonialismo y sus consecuencias”.

– ¿Y de dónde es ese lugar que está entre el desierto y el mar?

– Yo en concreto nací en el norte de mi país, pero soy del sur al mismo tiempo. Mi familia proviene del sur. Toda mi infancia y adolescencia mirando hacia el sur porque las personas que venían desde lejos a visitar a mis padres en su mayoría son del sur, de Tiris.

Tiris es tierra de poetas y de luchadores por la libertad. Con lo que acabo de decir me refiero a la etapa anterior al colonialismo español porque en la guerra Revolucionaria, que se inició en 1973 con el nacimiento del Frente Polisario, todos los saharauis, sean de donde sean, han participado.

Tiris es tierra hermosa en primavera, fruto de la llegada de la lluvia, pero también es un tierra muy seca, yerma y muy arenosa. En la época de sequía las tormentas de arena son asiduas y muy duras convirtiéndose en torrenciales lluvias de arena durante largos días.

Al igual que todos los saharauis nacidos después de los años 40, nacimos y crecimos en las ciudades y en la doble cultura: la saharaui y la española. Pensamos, la mayoría, en árabe y en español.

También heredamos de nuestra cultura la vertiente africana que es palpable en la indumentaria tradicional, en la gastronomía, en la música y en la danza.

Por otra parte, está el sentimiento de rebeldía; la rebeldía con motivos y causas. La rebeldía que nace de las continuas injusticias que sufren los pueblos sojuzgados, vilipendiados.

Este sentimiento está muy arraigado en mí. Siento el llamado de repeler toda injusticia cometida contra todo ser vivo esté donde esté. Y esto se enraíza más debido a que me incorporé con apenas 16 años a la lucha de mi pueblo por la libertad.

-¿ Qué llegó primero a su vida, la poesía o la conciencia histórica? ¿Y cómo conviven ambas?

-Obviamente la conciencia histórica.  El inaplazable llamado a la libertad. Mis abuelos y sus hermanos y primos lucharon en la resistencia de 1912 contra Francia y también contra España.

En esta guerra, el último ataque contra Francia en lo que ahora se le llama norte de Mauritania lo dirigió mi tío abuelo y murió allí, en ese ataque.

Nací oyendo hablar de la lucha por la independencia.

La poesía vino después, en la niñez, pero después. El único indicio directo que tengo en familia es de un primo mío, que se llama igual que yo: Mohamed Ali que era poeta. Escribía sobre todo sobre la liberación de nuestro pueblo.

Pero mi trayectoria viró hacia una influencia hispana muy clara cuando a temprana edad descubrí a Quevedo. Quevedo también me fascinaba por la rebeldía. Quevedo me llevó a conocer a Miguel Hernández y sentí que vigorizaba mi voz. Me sentía identificado con su espíritu combativo, revolucionario, y también con su aura triste y amorosa. Estos dos poetas fueron los dos que marcaron mis inicios y esto a temprana edad, no sé si a los 13 o 14 años. No sé, quizá algún que otro poema de Vicente Aleixandre. Ya más tarde descubrí a Federico García Lorca, Rafael Alberti, Antonio Machado y por supuesto Pablo Neruda (sobre todo Residencia en la tierra y Canto General).

Cuando di con Neruda, quedé prendado y sólo lo equipara a él en mi casi infinita admiración el poeta palestino Mahmud Darwich.

Como ya dije, la lucha fue primero. Provengo de una familia que siempre ha estado en las luchas por la independencia. Recuerdo con apenas 13 años viví de cerca los acontecimientos de la insurrección de Zemla.

Ese mismo día fue apresado mi tío mayor, junto con muchos saharauis, entre ellos el líder del movimiento, Mohamed Sidi Brahim Bassiri, y otros como el actual Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática.

Recuerdo que fui varias veces con mi madre a intentar visitarles y llevarles comida. Es la conciencia histórica lo primero y de ello en cierta medida emergió la poesía solo que la aparición de Neruda en mi vida me llevó a la ambivalente condición de escribir a la lucha y al amor.

-Teodoro Adorno dijo que después de Auschwitz era imposible la poesía. ¿Cómo hace la poesía para sobrevivir a todas las tragedias de su pueblo, las agresiones, las torturas, las violaciones, los asesinatos que sufre su pueblo a manos de Marruecos?

-Mientras haya vida habrá poesía. Mientras hay vida ineludiblemente hay vivencias, afectos, odios, sentimientos, actitudes, actos, acciones, sueños, imaginaciones, sufrimientos y alegrías, injusticias, victorias, metas a alcanzar y fracasos. Mientras todo esto exista, habrá poesía.

Pero la poesía varía de una situación a otra, de un lugar a otro, de pueblo, de país. También de tradición y cultura. Toda poesía es una secuencia de la poesía anterior. Es una continuación.

Por ello discrepo de Teodoro; creo definitivamente, mientras hay emociones habrá poesía. Puede que está no necesite ni de métrica, ni rima, ni ritmo interno, ni recursos estilísticos, ni que las imágenes poéticas estén bien trabajadas. Es verdad que los elementos que he mencionado embellecen al poema, pero cuando se escribe sobre algo tan horrible, horrendo, o severamente humillante, lo que se expresa no necesita de ningún elemento embellecedor porque las imágenes poéticas de por sí son de tal fealdad que añadirles esos recursos para hacerlos bonitos sería un sacrilegio y una ofensa al lector y a la misma poesía. Eso sería un exagerado maquillaje que rozaría lo obsceno.

En lo que tiene razón Teodoro, es en que lo horrible, lo inhumano, no se debe pretender embellecer. Porque podríamos caer, en el caso Auschwitz, en el de la cárcel negra del Aaiún o cualquier campo de concentración donde la tortura es lo atrozmente lo cotidiano, en el sadismo de los torturadores. Tiene razón en eso. Pero la poesía va seguir existiendo, afortunadamente, mientras haya humanidad.

-La belleza ya tiene sentido en sí misma. Una poesía es bella en sí misma, el arte en general es un deleite cuando hay talento y trabajo atrás. ¿Pero qué reflexión le merece la relación entre la belleza del arte y el compromiso de un mensaje que usa como vehículo el arte, en este caso la poesía?

-El arte en general es bello por eso ya existió el arte por el arte y es hermoso pero la gente hoy necesita que el arte y la literatura porten un mensaje, no necesariamente político, no necesariamente social, pero debe haber un mensaje.

También es cierto que no cualquier mensaje vale. Si el mensaje no respeta y fomenta valores éticos, o libertadores, o justos, al menos tienen que ser rebeldes. La rebeldía es el camino, o el instrumento, para borrar lo injusto e instaurar lo adecuado.

El arte y la literatura que sólo pretende lo bello sin un mensaje también sigue siendo necesario y lo precisamos para el deleite y sentir que seguimos viviendo. Pero en mi caso es indispensable la literatura y el arte de compromiso, con mensaje rebelde. Con ello nos deleitamos y avanzamos en nuestros logros colectivos como sociedad, sociedades y pueblos. Sin ello, pueda que seguiremos vivos, pero no sé si avanzamos. Por eso José Martí sigue vigente y nos sirve a todos como adalid de la libertad y la justicia mediante la rebeldía porque los poderosos y los dictadores sólo responden y se rinden ante la rebeldía.

Y no sólo Martí, muchos más como Pablo Neruda, Mahmud Darwich, Miguel Hernández, Silvio Rodríguez, Juan Gelman, Eduardo Galeano, Julio Cortázar, Mario Benedetti, Víctor Jara, Roque Dalton, Paco Urondo, y tantos otros.

Saharauis: el pueblo que todo lo da y lo comparte

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Farouk Batiche – AFP

Fuente y fotos: La Tinta / Por Leandro Albani

La Tinta habló con Luz Marina Mateo, investigadora argentina, magíster en Relaciones Internacionales y autora del libro Decires nómadas. La lucha del pueblo saharaui por derribar el muro del silencio.

Luz Marina Mateo supo desde pequeña quiénes eran los y las saharauis, y qué lucha sostenían entre sus manos. Como afrodescendiente e integrante de la comunidad de Cabo Verde en Argentina, para la hoy magíster en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) el Sáhara Occidental se transformó en “una historia que atraviesa toda mi vida”. Así le cuenta a La tinta en una entrevista que tiene como eje su excelente libro Decires nómadas. La lucha del pueblo saharaui por derribar el muro del silencio, publicado el año pasado por la editorial Prometeo.

“No olvidemos que Cabo Verde fue colonia hasta 1975, por lo cual mucha gente de mi comunidad estaba atenta a los procesos de descolonización que se estaban llevando a cabo en África, incluyendo el del Sáhara Occidental”, resume Mateo.

En Decires nómadas, la también licenciada en Comunicación Social presenta una investigación detallada sobre el devenir de los y las saharauis, su resistencia histórica ante la ocupación de su territorio por España, hasta que la colonización pasó al Reino de Marruecos.

Conocedora del terreno por donde se mueve el pueblo saharaui (desde los campamentos de refugiados en Tinduf, en el sur de Argelia, hasta el territorio histórico liberado y gestionado por el Frente Polisario), Mateo desarrolla una investigación precisa, de lectura ágil y que no deja ningún punto o conflicto por analizar.

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Luz Marina Mateo, autora de Decires nómadas

Vivir en la hostilidad del desierto

En los tiempos donde cursaba la Maestría de Relaciones Internacionales, Mateo tomó contacto con representantes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y, posteriormente, como secretaria del Departamento África del Instituto de Relaciones Internacionales de la UNLP, impulsó la creación de la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sáhara Occidental, que es única en el mundo.

Para la autora, la principal motivación para construir Decires nómadas fue que la situación de la sociedad saharaui es “un caso de descolonización inconclusa y una lucha silenciada, pese a tener todo el derecho internacional a su favor, partiendo del principio de autodeterminación de los pueblos”.


La historia del Sáhara Occidental es la historia de la colonización europea en África, en este caso, encabezada por el Estado español. Con la retirada de España del territorio, en octubre de 1975, la monarquía marroquí ocupó el rol de fuerza ocupante y represora. Esa política sistemática de Marruecos, basada en los crímenes, las violaciones de los derechos humanos y el expolio de los recursos naturales de una tierra que no le pertenece, tiene al Frente Polisario como la vanguardia de la resistencia.


El Sáhara Occidental es un territorio ubicado sobre las costas africanas del océano Atlántico, tiene una extensión de 284 mil kilómetros cuadrados. El pueblo saharaui, conformado por un millón de personas, se encuentra repartido en tres partes. Pese a las divisiones impuestas, todos y todas exigen la autodeterminación y el respeto de sus derechos. La ocupación ilegal de Marruecos desencadenó que miles de saharauis tuvieran que exiliarse; otra parte, refugiarse en los campamentos de Tinduf y el resto vivir en su territorio originario bajo la represión de las fuerzas de seguridad marroquíes.

En esta historia de despojo, pero de lucha constante de un pueblo, Mateo puso sus sentidos más profundos. “Su valentía. Su constancia. La capacidad de sobrevivir y luchar tras 46 años de refugio en la zona más hostil del desierto”, enumera la investigadora al ser consultada sobre cuáles fueron los descubrimientos que más la impactaron al conocer al pueblo saharaui.

En mi visita a los campamentos de refugiados, también pude experimentar la enorme hospitalidad de ese pueblo que todo lo da y lo comparte –remarca-. Son gente solidaria y alegre, a pesar de todo lo que sufren y de que ya hay dos generaciones (y hasta tres) nacidas y viviendo en esas condiciones deplorables y sometidas a la crudeza del colonialismo y la colonialidad: expulsados de su territorio, con sus derechos humanos vulnerados y a la espera de que se haga justicia”.

Valientes, aguerridas, admirables

Decires nómadas aborda dos temas centrales en la historia del pueblo saharaui: el rol de las mujeres como organizadoras de la sociedad y la relación –casi desconocida- de ese pueblo con América Latina, principalmente porque su segunda lengua es el español.

Sobre las mujeres saharauis, Mateo analiza que en el Sáhara Occidental “no se puede escindir la lucha por la liberación del pueblo de las reivindicaciones feministas”. “Sí puedo decir que -sin ahondar en datos históricos-, ya desde sus orígenes nómadas, ellas quedaban a cargo de todo mientras los hombres se ausentaban por prolongados períodos en busca de agua y alimento para el ganado”, relata.

“Con la colonización española, vino el sedentarismo –agrega la investigadora-. Sin embargo, en 1974, con anterioridad a la ocupación de su territorio, se creó la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, que sigue existiendo hasta hoy. Al comienzo de la guerra de liberación y la huida al refugio en el desierto, fueron las mujeres las que armaron las tiendas habitables y se hicieron cargo de quienes por edad o enfermedad no podían estar en el campo de batalla. En poco tiempo, tuvieron a la población escolarizada y a la sociedad organizada política, económica y administrativamente”.

Mateo sintetiza: “Valientes, aguerridas y admirables. No se trata de romantizar o idealizar, ya que también se debe reconocer que, aunque ocupan desde siempre cargos en el gobierno y son respetadas dentro de su sociedad, el patriarcado existe y se ve. Ellas también llevan adelante una lucha feminista y de deconstrucción de ciertos paradigmas socioculturales”.

“Argentina debería reconocer a la RASD”

Al referirse a la relación con América Latina, dice que es “muy estrecha”. “En mi primer libro referido al tema, indagué particularmente en la relación entre México y la RASD, cuando se habían cumplido 35 años de relaciones diplomáticas ininterrumpidas, y hablé en él sobre los lazos culturales con América Latina. También hay referencia a eso en Decires nómadas”.

Cuando profundiza sobre el tema, Mateo explica que “la primera relación es que el Sáhara Occidental fue (‘es’ de iure) colonia española, como la mayoría de los pueblos latinoamericanos. Además, el saharaui es el único pueblo árabe-africano hispanohablante. El español se enseña como segunda lengua en las escuelas y muchas producciones literarias y audiovisuales las realizan en español. Ellos y ellas no reniegan de la lengua del colonizador, porque la emplean como herramienta de lucha, para hacerse oír en el mundo”.


“Otra de las cosas en común que tenemos es nuestra historia de conquista, expolio de recursos naturales y violaciones de derechos humanos que incluyen desapariciones forzadas, ‘vuelos de la muerte’, fosas comunes, torturas y tantas otras cosas que nuestra región vivió, por ejemplo, en la década de 1970 del siglo pasado”, indica.


“Es por eso que en América Latina hay 27 países que reconocen a la RASD –detalla-. Algunos de ellos, por cuestiones relacionadas con intereses y cuestiones de poder (no de derecho internacional), han congelado relaciones diplomáticas, pero muchos otros no. Argentina no reconoce a la RASD. A mi criterio, debería reconocerla. Hace pocos días, en Honduras, la vicepresidenta Cristina Fernández dijo en conferencia de prensa en la Universidad Nacional Autónoma que el objetivo de los movimientos populares y nacionales es el mismo de siempre: la autodeterminación de los pueblos. El gobierno argentino debería ser coherente con ese principio y con esas declaraciones de la vice-jefa de Estado, y reconocer a la RASD, como lo hizo con Palestina. Esto sería -además de un acto de justicia y un aporte a la paz- una oportunidad de encontrar una excelente puerta de entrada al continente africano, con un pueblo que habla el mismo idioma que nosotros”.

El ensordecedor silencio internacional

El conflicto desatado en el paso fronterizo de El Guerguerat, el 21 de octubre de 2020, fue el punto culminante para el Frente Polisario y el pueblo saharaui en general. Ese día, un grupo de civiles saharauis bloqueó el paso fronterizo con el objetivo de frenar el tráfico ilegal de mercancías y, como lo denunció el propio Frente Polisario, drogas, ya que la utilización de esta brecha de territorio de apenas cinco kilómetros por parte de Marruecos incumple los acuerdos alcanzados en el marco de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Al mismo tiempo, los y las saharauis esperan desde hace 30 años que la ONU lleve a cabo un referéndum para que los propios pobladores del Sáhara Occidental decidan si están de acuerdo o no con la creación de un Estado independiente.

Por esta razón, la situación actual “es complejísima”, apunta Mateo. “Han vuelto a las armas contra Marruecos desde noviembre de 2020. La ONU, en 1991, impulsó un cese del fuego con la promesa de realizar un referéndum de autodeterminación en el que el pueblo saharaui pudiese elegir libremente su destino. Ese referéndum nunca se realizó”, destaca.

“En ese marco, se designaron varios enviados especiales del Secretario General de la ONU para intentar destrabar el conflicto entre las partes: Marruecos y el Frente Polisario –cuenta la investigadora-. Hay decenas de resoluciones que llaman a negociar para encontrar una solución y exhortan a cesar con la ocupación, pero nada de eso ha dado resultado, lo que lleva -sobre todo a las generaciones más jóvenes- a descreer del derecho internacional y de los organismos internacionales”.

Por otra parte, recuerda Mateo, “la RASD es miembro fundador de la Unión Africana, donde firma tratados y tiene la misma participación que cualquiera de los otros 54 estados que conforman el continente. Es más: hasta hace poco tiempo, la representante saharaui SueilmaBeiruk fue vicepresidenta del Parlamento Panafricano”.

“El pueblo saharaui está siendo víctima de un gran absurdo jurídico y político, con la complicidad de España y Francia, y el ensordecedor silencio de gran parte del mundo –finaliza Mateo-. Aquí no se trata de ‘tomar partido por uno u otro’. Se trata de hacer cumplir el derecho que los mismos estados construyeron, como fruto de sus relaciones de poder. Nadie puede saber cómo terminará todo esto. Lo deseable sería que triunfe el derecho internacional por sobre cualquier otro interés. Lo posible escapa a cualquier pronóstico”.

Brahim Ghali en una exclusiva con Il Manifesto: «los saharauis utilizarán todos los medios legítimos para lograr su autodeterminación»

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Fuente: EIC Poemario por un Sahara Libre / Il Manifesto / APS

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El periódico italiano Il Manifiesto, 31 de enero de 2020. El presidente saharaui, Brahim Ghali, en una reciente entrevista con Il Manifiesto sostuvo que el pueblo saharaui ha perdido la confianza en las Naciones Unidas porque «no han demostrado suficiente firmeza frente a la intransigencia del ‘Ocupante marroquí’, y alegó que los saharauis utilizarán todos los medios legítimos para lograr recuperar sus territorios.

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Haidar: “No tiene ningún sentido que la misión de la ONU en el Sáhara continúe en el territorio. No hace nada concreto”

Aminatu, en el aeropuerto de Lanzarote en 2009

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Fuente e imágenes: Diario de Lanzarote / Por Saúl García

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Se cumplen 10 años del inicio del caso de la activista saharaui, que fue expulsada a Lanzarote y estuvo en huelga de hambre durante 32 días en el aeropuerto

La conversación se produce por WhatsApp después de varias semanas intercambiando mensajes. Acaba de volver de viaje y asegura que recibe tantos mensajes que a veces se le pasa contestar. Dice que la conexión, en su casa de El Aaiún, “es terrible”, pero es suficiente.  Hace solo unas semanas ha conocido que la Fundación Right Livelihood Award le ha concedido el que llaman el Nobel Alternativo, junto a otras figuras internacionales como Greta Thunberg. “Es un placer hacer una entrevista con un periódico de Lanzarote. Tengo mucho cariño a esa isla y a su gente y no puedo olvidar nunca el apoyo incondicional que recibí en aquellos días y en esas condiciones difíciles en el aeropuerto”, asegura.

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Raabub Mohamed: “Las mujeres saharauis somos la columna vertebral de esta lucha”

Raabub Mohamed Lamin Mehdi./ Cedida

Raabub Mohamed Lamin Mehdi / Cedida

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Fuente: Cuarto Poder / Por María F. Sánchez

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Entrevista a la doctora y activista por la causa saharaui con motivo de su participación en la Eucoco

El conflicto saharaui lleva décadas estancado. Las perspectivas están lejos de mejorar tras la reciente ampliación del mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), que existe desde 1991, y la dimisión en mayo del enviado especial de la ONU, Horst Kohler. Sin embargo, el respaldo de la sociedad civil sigue articulándose en eventos como la Eucoco, la conferencia internacional de solidaridad con el pueblo saharaui que este año celebra su 44ª edición en Vitoria-Gasteiz del 22 al 23 de noviembre.

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“El pueblo saharaui lucha por algo que le es innato y propio: la razón de existir”

Sahara campamentos en sur de Argelia la-tinta

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Fuente e imágenes: La Tinta / Por Leandro Albani

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Los saharauis son un pueblo de África que, desde 1975, sufren la ocupación ilegal de su territorio por parte de la monarquía de Marruecos

Al pueblo saharaui “lo une un denominador común: la lucha y la resistencia por recuperar sus derechos legítimos y su territorio, que ha sido ilegalmente ocupado por un país vecino, que es Marruecos”, sintetiza Ahmed Fal Emhamed, representante en Argentina del Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro).

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El canal oficial de TV de los EE.UU, Al Hurra, entrevista al presidente saharaui Brahim Ghali

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Fuente: EIC Poemario por un Sahara Libre / DLRS

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En una entrevista exclusiva para el Canal de la Televisión de los Estados Unidos, Al Hurra*, difundido ayer miércoles 21 de agosto, el Secretario General del Polisario y presidente de la República Saharaui el Sr. Brahim Ghali, reiteró tajante en una entrevista con Al Hurra que rechaza la propuesta del rey de Marruecos Mohammed VI de «autonomía» para el Sáhara Occidental y reiteró su adhesión a la opción de la «autodeterminación» del pueblo del Sahara Occidental.

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